lunes, 13 de mayo de 2013

Domingos


Me gustaría retenerte con la sonrisa de ayer,
con las manos en el vaso que sostenía
nuestros batidos de domingos.

Quiero retenerte en la memoria, con los ojos
bien abiertos y el corazón de niño
con el que sentí que te acercabas de nuevo a mí.

Quiero sentirte cerca de nuevo
cuando llegas a casa y me sorprendes con trabajo,
haciéndome dejarlo todo y entregarme
sin miramientos a tus caricias.

Me gustaría que como el de ayer
vinieran cientos de domingos más,
donde creemos recuerdos de sensaciones
en los que sólo importemos tú y yo.

martes, 19 de febrero de 2013

Imposibles

Cree en cada uno de tus sueños,


especialmente en los más imposibles,

pues son los que determinan una utopía

que es mejor horizonte que cualquier otro,

especialmente si tienes la suerte

de moverte bajo la luz de una estrella polar.

Vuela lejos sin olvidar que para determinadas cosas

nunca hay que quitar los pies del suelo.

Y bendice la suerte que te sonríe,

siendo un amigo el que te mantenga cerca de éste

y no sacos de plomo y toxicidad de otros.

lunes, 28 de enero de 2013

Imposiciones


Voy a imponer el corazón y dejar a un lado todas las ideas,
procurando ser de acto ligero pero determinado.
Trataré de ser, primero por mí y luego por lo demás,
sonrisa y sal sobre los pasos que demos,
regalándome sin condiciones en cada uno de nuestros besos.
Reinará la sana locura del perdón en un mundo sin reglas,
pero con la imposición de la ilusión, mejor y más sincera
que aquella con la que comenzamos a amarnos aquel invierno.

martes, 22 de enero de 2013

SIEMPRE ES SIEMPRE.

Aprenderé a dejar de vivir

obligándome a respirar.

Notaré tu ausencia cada segundo

de mi vida y te convertirás

en mi refugio en tiempos adversos.

No dejaré que nadie, nunca, ocupe

el lugar que has ido consiguiendo

en mi alma y futuro.

Aprenderé a ser más tranquila

Y a sonreír más a la vida,

porque al fin y al cabo,

puedes desaparecer de mi camino,

pero nadie,ni siquiera tú, conseguirás

borrar tus pasos por mi alma.

lunes, 2 de enero de 2012

Abstracción para aliviar el dolor

El cartero no llegó a traerme

el aniversario rural en el sobre de ilusión.

Sí que llegó el pasotismo, la desidia y el menosprecio.

Así, no llegaron entregas, ni emociones,

ni compromiso, ni batalla por un

futuro entrelazado de esperanza.

No se llega a donde no se es nada.

Y será eso, que no soy nada.

No me defendieron a capa y espada

ni velaron por los pasos que daba.

Yo no fui la chica Polaroid

ni la Lomogirl con su noséquéquenoséyo,

ni tampoco dejé para la posteridad

en ningún papel fotográfico

la zona más oscura de mi cuerpo,

mal custodiada entre recuerdos perdidos.

Quizás por eso, quizás por nada.

No recibí piezas de primera,

ni fueron por mí el mejor postor.

No llegaría el avión rumbo a Nueva York,

ni a Berlín, ni a Japón.

No quisieron abrir las puertas de mis

secretos, escuchar cómo fueron mis primaveras,

saber qué adoro, qué detesto, por qué me estremezco.

No soy nada, quizás por eso no me dieron nada.

Fui guerrera, y eso hizo

que se olvidaran que el cansancio

de luchar y combatir

agotan más que el ser una princesa

protegida y custodiada. Pero una sombra.

Una sombra de la nada.

Y aún así, la princesa sombría fue capaz

de eclipsar siempre a una guerrera apasionada,

para así, convertirla en la misma nada.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Encarcelada

Que alguien abra

las ventanas de par en par.

Que tenga alguien el coraje, por favor.

Sólo es un segundo. Quizás ni eso.

Que salgan disparadas las hojas

que no sirven sino para ser clasificadas.

Que baile la tinta sobre las hojas secas

y que mi pelo sea como el de Rapunzel.

Que suba el corredor de nariz traspuesta

y me lleve lejos, lejos de una

prisión

tan opaca

como cortante.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Disfraces

Quizás me haya podido la rabia.

Puede ser.

Pero también es cierto

que no necesito un muro de Facebook

para engañarme a mí y al mundo

o para intentar hacer ver

con quién y sobre qué

mantengo el contacto.

Quizás me haya podido la rabia.

Puede ser.

Pero tengo claro que no conseguirás

que me ponga a la altura

de la falsedad y la hipocresía,

a tu manipulación y a tu eterna

mentira, gracias a la cual,

por cierto, alimentas tus caprichos.

Quizás me haya podido la rabia.

Puede ser.

Pero aún saliendo sapos por mis labios

no llegaré a la miseria con la que

te disfrazas y, lo que es peor,

te crees viva en tu vestimenta.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Hoy soñé ser bandera que

se deja sacudir por el viento;

sentirme libre

y reflejar en los colores de

mi espíritu los sentimientos

de la gente que a veces

me regala el privilegio

de depositar miradas en mí.

Deliré con ser bandera, sí,

impulsada por la pasión

e izada por las manos

del que sueña y despliega

su esperanza por las aceras

de su lugar.

Soñé ser libre y tener raíces,

ser soplada en tempestades

e iluminada por cada amanecer.

Y así seguí caminando bajo

el estadio donde el día anterior

la niña le dijo a su madre

que ahí vendrían de Oriente

a poner ilusión en su mirar.

Volví al coche, y sin querer,

recordé que para ser bandera,

debes dejar de ser

para ser nosotros.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Ver, oír y no callar.

Desaparecerán, de un solo soplo,

toda la pintura que recubre la falsedad

de los que irrumpen mi serenidad.

No callaré ninguna de las injusticias

que vea y oiga, ni permitiré que el silencio

de las moscas se interprete como bondad.

No caerán sobre nuestra cama

las deshonestas y aberrantes manipulaciones

de hadas que no fueron tal por naturaleza,

sino porque algún día

alguien por error las cinceló con semejante busto.

Pero recapacitándolo mejor, quizás no haga falta, siquiera,

detenerse a soplar. Cuando el polvo es polvo,

la pintura no cubre para disimular.

miércoles, 8 de junio de 2011

Nacimiento de una trapecista.


Apareciste sin vértigo
y con olor a hierbabuena,
regalándote en las deudas de cafés
que mecías con las vigorosas manos
que habrían franqueado tantos objetivos,
aquellas manos por las que yo deseé
convertirme en objeto
de tu diafragma abierto.
Irrumpiste, sin vértigo,
como lo hacen
los colores en flashes
de aquellas cámaras
que otros ya habrían usado

y con las que tú hoy columpias
las felicidades de otros.
Llegaste tendiendo cuerdas
sobre los precipicios de mis miedos
para colocarte, así, al otro lado
y recordarme que la luz llega

allá donde enfoques,
haciendo que todo sea posible.
Y de este modo
volví a nacer de nuevo, esta vez
como una trapecista:
sin vértigo, sin miedos y con la mirada clavada
en cintas rojas cargadas de sueños.

domingo, 8 de mayo de 2011

Mis colores de Mayo



Quiero poner purpurina en las mejillas
de los que me rodean, pintar de rosa
los grises despertares de aquellos
que me permitan hacerlo,
deslizar mi sombra en rojo
en cada noche que pase contigo.

Me encanta el naranja que tinta mi cuerpo
en cada amanecer y antes del trabajo,
aquel donde no quiero perder la ilusión
por querer renovarme siempre,
poniendo todo mi amor purpúreo para intentar
dar lo mejor a mis dulces y traviesos trastos.

La vida se nos pasa y quiero que el blanco nos una, mi amor,
en cada despertar juntos. Quiero, más que nunca,
que el verde de nuestra esperanza destiña nuestro futuro,
regando con nuestro rubí la cama donde nos amamos,
no sin olvidar, a veces, ese negro que caracteriza algún
cerrado diafragma para nuestra intimidad.

Quiero, así, verter mi voz sobre lo que piso con
la alegría que siento cuando veo, tras una tormenta,
surgir los más maravillosos arco iris. No es sin lluvia
que los colores más intensos se dejan caer
hasta llegar hasta donde nuestros ojos sean capaces de verlo.

sábado, 7 de mayo de 2011

Nuevas raíces en el marrón de tus ojos

Me alejas de lo mundano


como la poesía lo hizo con Góngora.


Mientras busco nuevas palabras que me hagan


sentirte hoy junto a mí,


te adivino entre mis palabras,


paseando alegremente


sobre los versos que te escribo,


pestañeándome la vida


con un mirar de ojos de un marrón tan certero


como la tierra en la que tengo mis raíces,


esa nueva y reciente en la que he encontrado


mi paz y un camino de baldosas amarillas


sobre el que seguir soñando mientras ando.


Y es que caminante soñador, si para Machado no hay camino,


sino que éste se hace al andar,


para mí no hay más sueños que los que trazo


al compartir contigo mi andar.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Sin descanso

¿Cómo es posible

no descansar

no poder soñar

si no son tus brazos

los que me den paz?

¿Cómo puedo superarte

en la distancia

y en la oscuridad,

en la soledad y en el sentirme

perdida si no duermes

junto a mí?

martes, 3 de mayo de 2011

No apagues la luz, por favor

No sé en qué momento decidí complicarlo todo y permití que el miedo entrara sin llamar a la puerta. Quizás fue mientras dormía que cogí el teléfono y mandé sin previa reflexión una misiva solicitando que apareciera cuando se le antojara como sólo se antojan los bocadillos de papas, col y pepinillos (no preguntes). Quizás asumí, sin más, que todos los temores se habían disipado y que podría amar sin la conciencia de la pérdida. Y aunque es cierto que la posibilidad de ésta es lo que hace que muchas cosas sean apreciadas, no sé hasta qué punto es necesario que me llore el alma.
Y en esta tesitura vislumbro que no me apetece volver a ser un intento de superwoman. Eso jamás. Así que aquí estoy, escudriñándome el alma para entender y endulzar mi temperamento, mis groserías y mi aprensión al ver que te puedes deshacer por aquella que parece, a diferencia de mí, conocer tanto el miedo como para usarlo en su favor.

jueves, 28 de abril de 2011

Diafragma abierto

Cómo me gustaría a veces,

olvidar que el negro existe

y dislumbrarte siempre con un blanco certero;

saber así que te tendré siempre

enredado en mil colores, de esos

que sólo se aprecian en los mejores sueños.

lunes, 25 de abril de 2011

Feliz, feliz no cumpleaños. ¿Para mí? ¡Para los dos!


Sigue siendo 25 de abril y el mundo aún gira.
Ya sabes que para algunos éste se derrumba
mientras otros nos enamoramos.
Sólo nosotros podemos decidir dónde estar.

Yo, por mi parte, sigo reconociendo
y agradeciendo haberte tenido
a mi lado durante tantos años.
Me descrubro en esta mañana
con la mirada en calendarios pasados
y no puedo imaginar nadie mejor
para aprender tantas cosas
que ahora invaden nuestros recuerdos.


Y es que si volviera a nacer
no te borraría de ninguno de los momentos
y volvería a aprender muchas cosas
junto a ti.
Porque supiste luchar cuando en las trincheras
no quedaban ni soldados ni municiones,
entregando tu alma
por luchar junto a una solitaria guerrillera.
Volaste muy alto para saborear junto a mí
países y lenguas del mundo,
sabiendo, no obstante,
lo fácil que podían ser otros caminos.
Me enseñaste que se puede amar
cuando no se tiene ninguna certeza a la que aferrarse.



Y con calendarios pasados
agolpándose en mis manos,
te doy las gracias por haber luchado junto a mí
y haberme visto crecer.
Gracias, también, por los momentos
que pasaste a mi lado,
por haberme intentado empujar sin saber cómo
en los peores declives y por decirme
que otro mundo es posible.
Qué más da ahora si realmente lo conseguiste,
lo conseguimos - qué curioso es ver cómo ahora
sale el nos.
Desde mi presente te observo en aquellos días
ya lejanos y reconozco
que no quiero ver otro ser distinto
al niño que me enseñaste;
con sus virtudes y con sus defectos,
pero ese niño que siempre supiste ser.

Y debemos celebrarnos porque hoy somos más
de lo que fuimos.
Debemos mirar atrás
y agradecer nuestra valentía
al vivir como vivimos
y lo que aprendimos.
Debemos reconocer que todo eso nos lleva
a lugares diferentes y posiblemente mejores,
a paraísos colmados
de nuevos instantes e ilusiones renovadas.


Por ti, por mí, por los dos,
no hay mejor manera de celebrar
este no aniversario
que dejando que renazcan en nosotros
nuevas formas de amar.



Sigue siendo 25 de abril, cariño,
y mientras el mundo gire
Rick siempre se enamorará aunque éste se derrumbe.




jueves, 7 de abril de 2011

Cómo sería

Cómo sería derramar miel sin preocuparme

por lo que uno ensucia, por el castigo de mamá

o por el enfado de la profesora.

Cómo sería llegar con el ron, los tacones y la ilusión

A la puerta de tu casa, sin nada bajo el abrigo

y sin pensar en si el vecino duerme o no.

Cómo sería tener la certidumbre de que no duerme

porque por fin ha decidido hacerle bien el amor a la muchacha

del balcón de enfrente.

Y cómo disfrutaría si por un momento me pusiera a correr

en la pista de un aeropuerto, sin esperar vuelo y sin recordar

adónde diablos iba.

Cómo sonreiría al verte enfadado por algún susto mío,

seriamente planeado y minuciosamente preparado

para arrojar un rayo y capturarte por siempre en la memoria.

Cómo disfrutaría si el desabrocharme nos llevara alguna vez

directamente al suelo, poniendo salvajemente a prueba

la ley de la gravedad y alternando ecos en el rellano.

No hay noches cálidas sin alguna algo más fría

Jueves frío. Afuera sigue un lobo más, gritando a la madre de su hijo,

con abuelos presentes y dinero murmurado.

Allí está él, un niño más que esta noche

permanece inmóvil, paralizado y aterrado por el miedo.

Y desde lejos observo, frustrada, con una rabia roja intensa

recorriendo mi esófago y pensando qué debe estar

pasando por esa cinqueañera cabecita.

Cómo serán las ideas del miedo cuando la acera es un muro

enorme e infranqueable. Cómo de fría estará hoy

su mano derecha, que en lugar de recibir calor,

recibe bofetadas de insultos hacia una madre que le da calor.

Y al llegar a casa, más gélida que otras noches y profundamente

agotada, me encuentro sola en el espejo,

con la soga al cuello y el rímel esparcido por las mejillas.

Llora ahora mi garganta para ahuyentar

la sombra de la rutina. Ojalá sea solo un fantasma más, pienso.

Y ruego e imploro que no me encadene a sus andares ni me atrape

para guillotinarme los anhelos y esperanzas.

Que no se atreva ni siquiera a idear un plan para anularme,

vulgarizarme o relegarme al ostracismo.

Que no caiga sobre mí ninguna malévola intención

cargada de desidia e indiferencia.

Que no llegues mucho más, rutina,

camuflada como sueles hacerlo, de lunes a jueves,

de septiembre a octubre, de 14 a 15.

miércoles, 6 de abril de 2011

Newton

Me gustaría poder reconocerme mujer perfecta ante el espejo,
no pecar de ignorancia y tener el correspondiente saber estar
en cualquiera de los escenarios de mi, a veces, supervivencia.
Sería interesante saberme perfecta en mi andar torcido,
encontrarme radiante bajo unas ojeras genéticas
y con el espantapájaros sonriéndome
sarcásticamente cada mañana en el espejo.
No puedo negarte, tampoco, que me gustaría
que Newton me hubiese declarado excepción
para que la gravedad no afectase a determinadas zonas,
a la esclavitud que a veces me supone la presencia del suelo
y, ya que estoy, a la ausencia de elasticidades
y la presencia de manchas que ahuyentan el deseo.
Y para qué negar que me gustaría sonreír cada vez
que miro al espejo y tener la costumbre y orgullo
de lisonjearme nada más nazca el sol.
Pero el sentimiento a veces dista tanto de los saberes
que las aptitudes y actitudes no resultan suficientes
para no hacer que los que más amas
no toleren esa exigente manera de reprochar reflejos en los espejos.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Ahora

Ahora, niño, que todavía estamos a tiempo

de poner una barrera a la rutina, a la costumbre,

al aburrimiento, al tedio y a la desidia;

ahora que todavía sólo somos reflejos de niños

sin brújulas o agujas que indiquen

un destino fijo para horas concretas en horarios determinados;

ahora que simplemente nos complementamos

sin avistar ningún iceberg que nos interrumpa el viaje,

sin contemplar la necesidad de un paraguas bajo ninguna tormenta;

es ahora, justo ahora, cuando nos resta todo por hacer,

y todo por crear, por espolvorear la vida


con estelas incandescentes.