de poner una barrera a la rutina, a la costumbre,
al aburrimiento, al tedio y a la desidia;
ahora que todavía sólo somos reflejos de niños
sin brújulas o agujas que indiquen
un destino fijo para horas concretas en horarios determinados;
ahora que simplemente nos complementamos
sin avistar ningún iceberg que nos interrumpa el viaje,
sin contemplar la necesidad de un paraguas bajo ninguna tormenta;
es ahora, justo ahora, cuando nos resta todo por hacer,
y todo por crear, por espolvorear la vida
con estelas incandescentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario