Es imposible no admirarte.
No puedo concebirte desde otro punto
que no sea el de mi
tan reciente como profunda devoción:
por tu capacidad de ver más allá
de una única historia y un punto de vista;
por tu sensibilidad y capacidad de entrega
que regalas sin contemplaciones;
por la forma en la que concedes tu mirada a la vida,
degustando cada instante y haciéndonos a todos
partícipes de los milagros cotidianos de nuestras rutinas;
por tu capacidad de hacer que las sonrisas
se dibujen de arco iris en medio de las adversidades,
apuntando siempre con tu índice hacia un nuevo sendero
de baldosas amarillas, rojas, verdes, o como tú desees que sean;
por tu capacidad de generar ideas, de cambiar la óptica,
de enfocar y desenfocar esperanzas según haya que ajustar las velas;
por tu capacidad infinita de regenerarte y resurgir en cada obstáculo,
originando vida allá por donde pasas, creando luz sobre cualquier camino,
sabiendo que la vida no se palpa desde un sueño seguro.
Y por todo aquello que aún me queda por recoger en los poemas que
vendrán con nuestros atardeceres.
Por todo aquello que nace en ti; es imposible no admirarte.
A ti dejo mis cosas
Hace 8 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario