
Te quiero desde la brevedad que ocupas en mi espacio, desde tus miradas ausentes, desde tus abrazos al viento. Te anhelo desde las sábanas blancas que cubren nuestros cielos, desde los sueños que viertes en mis lagos mientras me adormezco en tu pecho.
Te sueño en cada instante que rodeas mis ideas, en cada segundo que alumbras con tus pupilas, en cada suspiro que regalas al silencio. Te conviertes, con la confidencia e intrepidez que te definen, en partículas cubiertas de purpurina sobre estelas con nuestros intentos. Regálame así tus manos para esparcir sobre ellas mis caricias y convertir tus líneas en mapas que guíen nuestros sueños.
Te sueño en cada instante que rodeas mis ideas, en cada segundo que alumbras con tus pupilas, en cada suspiro que regalas al silencio. Te conviertes, con la confidencia e intrepidez que te definen, en partículas cubiertas de purpurina sobre estelas con nuestros intentos. Regálame así tus manos para esparcir sobre ellas mis caricias y convertir tus líneas en mapas que guíen nuestros sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario