Tararea

Retenme antes de que el vértigo
cese el acelerar
de mis pulsaciones.
Consiente que mis brazos fluyan
sobre tus inmóviles hombros
para amanecer entre
tus sábanas ardientes.
Conviérteme en una obligación
en tus proyectos.
Tararéame con gracia
mientras te observo
sentada en la vieja silla
donde te llevo esperando
toda una vida.
No ha sido difícil distinguirte
entre las tinieblas de mis tormentas,
entre los sueños de mi infancia.
Deslumbras mis pestañeos
con un simple batir
de alas cálidas y perseverantes.
Así que agárrame antes de que el vértigo
se adueñe de mis ambiciones,
antes de que se quebranten
los cabellos dorados
en las mañanas
de nuestros proyectos.