
Because you know how to spread my wings and make me fly away.
No podría negarte la existencia de mis altibajos, mi lejanía de la estabilidad, mi manía por rebuscar entre mis huellas, mi sensibilidad a ciertas esencias, mis miradas tan connotativas como ciertas palabras que inundan mis insistencias. Suelo esconderme tras las ventanas cuando llueve, rompo mis noches con palabras inconexas, me retuerzo entre las sábanas y lloro cuando un vaso se resquebraja. La fragilidad no es más que los momentos de insomnio, la individualidad infernal y las fatigas atrasadas. Y ahí en medio, de cuando en cuando, se derrumban los muros de mi felicidad…Y no puedo dejar de sentir que no podría negarte su existencia. Tampoco lograría esconder mis lágrimas de otoño, mi continuo vértigo, mi perenne frío inexplicable, mis ambiciones inconexas, mis opresores impulsos y mis silencios de desazón. Admito que no te negaría que sigo siendo una niña, que me seduce lo irrazonable, que palpito con el negro de las habitaciones y que tiritaría sino te convirtiera en mi manta para las noches invernales. No me atrevería a ocultarte mi inexperiencia, mi carencia de perspectivas, mis sueños rotos y mis ilusiones perdidas, ya que camuflar mis cicatrices sería imperdonable.
Y aquí, desde mi desnudez, anhelo que desees descorrer cortinas, desempolvar ilusiones y empujarme ante los precipicios de tus sueños.
Y aquí, desde mi desnudez, anhelo que desees descorrer cortinas, desempolvar ilusiones y empujarme ante los precipicios de tus sueños.
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