Si pudiera tenerte cerca en este preciso instantedesde el que mi alma te anhela,
besaría tus párpados en silencio.
Tácita y desde los pies de nuestra cama,
observaría como poco a poco se deshacen,
perezosa e imprecisamente,
cada eslabón de las cadenas que sangraban
mis noches de desconfianza y desesperanza.
Ansío errar mis bucles trigueños, con rigurosa pasión,
sobre cada milímetro de tu piel mientras mis labios,
sinceros y eternos, convierten el deseo en un tímido estruendo.
Inúndame con tus relámpagos, ahuyentemos el miedo.
Decora los ritmos acelerados y frenéticos de mi corazón
mientras con tus alas me elevo.
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